martes, 8 de noviembre de 2011

LAS ELECCIONES

COMPARTO CON VOSOTROS UNA REFLEXIÓN QUE ME PARECE INTERESANTE HECHA POR LOS MIEMBROS DEL MOVIMIENTO RURAL CRISTIANO



LAS ELECCIONES
La democracia española ya ha cumplido más de 25 años, conocemos diferentes elecciones que se han celebrado, y sin embargo, los ciudadanos tenemos las sensación de “cansancio”: otra vez nos van a prometer cosas, para después prometer los mismo a la vuelta de cuatro años. Ante el hecho de las elecciones próximas hay síntomas que preocupan:
*Respecto a los ciudadanos:
-El porcentaje de abstención es alto normalmente en las elecciones.
-Los políticos no gozan ahora de mucha popularidad en las encuestas.
-Los ciudadanos a la hora de votar nos fijamos más en las siglas que en los programas electorales (la letra pequeña).
-Cada vez se vota más por intereses particulares dejando de lado el Bien Común.
-Los ciudadanos tenemos poca preocupación por las cosas públicas; delegamos en los políticos y luego nos dedicamos a criticarles en su gestión.
-El colectivo que peor lo pasa y que es grande, vota poco.
-Las elecciones se juegan en los Medios de Comunicación Social que siempre sirven al que paga moviéndose por intereses particulares.
*Referente a los partidos y los políticos:
-Están muy jerarquizados y  tienen mucha burocracia.
-Están altamente endeudados con la Banca.
-Para llegar al poder utilizan la filosofía del “todo vale”:mentiras, insultos…
-El partido que le toca gobernar no admite críticas y los que están en la oposición no reconocen los aciertos del que gobierna.
-Son parte de la élite de la sociedad con altos sueldos y muchos privilegios.
-Parecen más gestores de recursos que animadores de la sociedad.
-Hay especialización: algunos son políticos de profesión.
También hay personas metidas en la política con un alto grado de compromiso con la sociedad, con una ética diferentes en las que priman las ganas de servir y dedicar su tiempo en los grados medios y bajos del servicio a la comunidad, por ejemplo, en los municipios, haciendo política municipal.

Ante esta situación de democracia de baja intensidad: ¿qué explicaciones encontramos?
*Existe en el ambiente un fuerte individualismo en el que predomina el “yo” al “nosotros”, y por lo tanto se vota al que mejor defienda mis intereses, aunque sea en contra del Bien Común.
*Este espíritu tan individualista  coincide con la disminución del asociacionismo. Hay muchas asociaciones pero con poca participación y colaboración.
*La democracia está más  al servicio del sistema (neoliberal y globalizador) que al servicio de los ciudadanos. Todo está tan globalizado, y sobre todo el dinero, que ya no dirigen los países los gobernantes, sino las multinacionales. El dinero circula sin ninguna traba buscando el máximo rendimiento y cada vez está concentrado en menos manos. Esto hace que se cierre una empresa aquí y que se abra en otro país o continente. La consecuencia final es que los ciudadanos están atados al puesto de trabajo, agobiados por la inseguridad, el desempleo, el trabajo precario; fomentando más el individualismo.
*La universidad imparte una preparación para alimentar el sistema, es una fábrica de títulos tecnológicos y gestores, estando a favor de quien paga y subvenciona.
*Se olvidan los problemas  y necesidades de los más débiles. Que el 30% de la población española tenga sin cubrir sus necesidades, es un indicador severo que la democracia, tal como la vivimos, necesita ser corregida y vivida con espíritu más comunitario, y no tan individualista
*Por parte de algunos políticos hay una búsqueda del poder a cualquier precio. Por parte de los ciudadanos hemos cedido nuestros derechos a los gobernantes. Esto crea descrédito  e indiferencia. La “muerte de las ideologías” funciona en los representantes y en los representados: predomina la gestión más que el para qué, y para el quién del proyecto; se hacen obras pero no se hace pueblo.

Nosotros deseamos que la democracia sea real, económica y no sólo formal (solo votar); ¿Qué valores hacen falta para ello?.
El evangelio y la persona de Jesús de Nazaret nos aportan unos valores que nos pueden ayudar a dar otra orientación a unas elecciones. Para el cristiano la referencia siempre es Jesús de Nazaret, hombre encarnado en la vida de su pueblo sufriente, que pasó por el mundo haciendo el bien y sirviendo a los más débiles. Y  quiso que sus seguidores fuéramos como él: levadura, sal, fermento, luz en el mundo (Mt.5,13.33).
*Servir y no servirse: Él busca en su actuar el bien de las personas y en especial de los más débiles. Y lo hace con una actitud de servicio y no de poder.
*Repartir y no acaparar. Todos conocemos el episodio de los panes y los peces: La clave está en repartir los bienes de la creación y no en acapararlos. Si se acaparan, muchos se quedarán sin comer.
*La tarea, buscar el bien de la persona. Es la preocupación principal de Jesús, por encima de todo. Lo primero: la persona, más si es necesitada.
*No se puede servir a Dios y al dinero.

En conclusión: podemos ser demócratas y construir democracia cada día:

-Practicar la democracia en los ambientes en los que te mueves.
-Regenerar democráticamente las organizaciones populares: sindicatos, partidos, ongs.
-Vigilar la corrupción y atacarla de raíz.
-Exigir debates serios sin insultos o descalificaciones.
-Participar de forma activa después de las elecciones.
-Ser responsable y enterarse de las propuestas diferentes de cada partido.
-Avanzar en la democratización de la universidad y de la banca.
-Pedir listas abiertas en todos los partidos y para todas las elecciones.
-Utilizar más el referéndum.
-Tenemos que votar en contra de los que van a la política con intereses particulares o de empresas, que son corruptos, los que se basan en la mentira o descalificación para obtener mejores resultados electorales.
-Y podemos votar a favor de quien defiende a la persona de cualquier clase y condición por encima del dinero, buscando más derechos para todos, creando más servicios básicos para todos y que participan en la vida política para un mejor servicio a la comunidad.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Domingo XXXII- T. Ordinario

EVANGELIO DE SAN MATEO
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
<<Se parecerá el Reino de los cielos a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. La necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas.
El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A media noche se oyó una voz: “¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!”
Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas: “Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas”.
Pero las sensatas contestaron: “Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”.
Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta.
Más tarde llegaron también las otras doncellas diciendo: “Señor, señor, ábrenos”.
Pero él respondió: “Os lo aseguro, no os conozco.
Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora”>>.



Reflexión
El Ciclo A reserva los tres últimos domingos del Año litúrgico a la lectura del capítulo 25 de San Mateo.
La narración de las “diez doncellas” recoge las costumbres nupciales de los tiempos de Jesús. El Reino de Dios se parece a una boda, uno de los acontecimientos más alegres y festivos de la vida. No participar en ella significaba perderse algo muy importante. El relato es una parábola de crisis, una llamada de atención para no perder la ocasión de participar en la gran fiesta del Reino.
Todo empieza cuando llega el novio. Los invitados, que esperan, entran con él y se organiza la fiesta. Con gran sentido eclesial, Mateo describe a su comunidad cristiana en las diez jóvenes; unas prudentes y otras necias. El evangelista destaca las diferencias y hasta las divisiones que existen en la iglesia. El retraso del novio pone a cada uno en su sitio. Es la alegoría del Señor que llega y juzga: quienes escucharon el Evangelio y lo pusieron en práctica entraron con Él en el banquete de bodas. Pero quienes no hicieron del Evangelio norma de su vida, escucharán del Señor: “No os conozco.” Y Jesús hace oídos sordos ante quienes aparentan lo que no son. Por tanto, “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos.”(Mt 7,21).
El texto concluye con la llamada a la vigilancia: “Velad porque no sabéis el día ni la hora.” Muchos cristianos no alimentan su bautismo con la Palabra, los sacramentos, la oración, el sentido de la comunidad... La apatía religiosa de esta época puede aprender del salmista: “Mi alma esta sedienta de ti, mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua” (Salmo 62).



martes, 1 de noviembre de 2011

IV EN CUENTRO DIOCESANO DE CRISTIANOS COMPROMETIDOS EN LA VIDA PÚBLICA

Comparto con vosotros la reflexión de cristianos implicados en lo público sobre la elecciones del 20 N

COMUNICADO

Convocados por la Delegación de Apostolado Seglar, se han reunido, en Trujillo, cristianos presentes en los distintos partidos políticos –alcaldes, concejales y militantes-, representantes de los sindicatos, asociaciones de vecinos, plataforma de parados y sacerdotes que los acompañan en los movimientos de Acción Católica: Rural Cristiano y de la HOAC, para celebrar el IV Encuentro diocesano de cristianos en la vida pública. Han compartido la reflexión sobre: “ANTE LAS PRÓXIMAS ELECCIONES GENERALES: LA COMUNIDAD POLÍTICA AL SERVICIO DE LA SOCIEDAD CIVIL. PARTICIPACIÓN Y DEMOCRACIA” y partiendo de la misma desean manifestar que::

1.-  Las elecciones siempre son un momento importante en el desarrollo de la vida democrática, pero éstas del 20-N, especialmente importantes, dada la situación en la que se encuentra nuestra sociedad por el sufrimiento que la crisis económica y las políticas que se están llevando a cabo están provocando en tantas familias trabajadoras, que en nuestra Región de Extremadura -la última de todas por la realidad de pobreza-, se manifiesta en el paro, la  precariedad laboral, la falta de industrialización, de inseguridad económica, de necesidades de alimentación, vestido y vivienda cada día en más personas y familias.   

2.- Hay que decir con toda claridad que las medidas tomadas contra la crisis por los gobiernos de España  y autonómicos, no sólo no la corrigen, sino que la siguen agravando. Por eso, para valorar las distintas propuestas políticas y decidir el voto, hay que preguntarse por las medidas que unos y otros se proponen para dar prioridad a:

+ Las necesidades sociales de las personas y las familias.
+ Erradicar la pobreza y potenciar las políticas de la inversión pública y social dirigida a los más empobrecidos.
+ Fortalecer el tejido productivo y promover un tejido empresarial, digno de tal nombre.
+ Revertir los recortes en los servicios públicos de la educación, sanidad, vivienda y protección social.
+ Revertir la reforma del sistema público de pensiones, avanzando en la garantía de pensiones dignas y justas.
+ Promover en la práctica los derechos familiares de las personas y los sociales de las familias.
+ Revertir las decisiones tomadas de que las rentas más altas, los beneficios de las grandes empresas y el capital financiero paguen menos impuestos. Hay que realizar una reforma fiscal encaminada a una mayor y más justa distribución de la riqueza social.

3.- Como cristianos, presentes en la vida pública y comprometidos en los partidos políticos, pensamos que:

+ Todos los ciudadanos tienen  “el derecho y al mismo tiempo el deber de votar con libertad para promover el bien común” (Concilio Vaticano II, Gaudium et Spes 75).
+ Estas elecciones deben servir más que nunca, para expresar con nuestro voto la necesidad de cambiar, porque está en juego la dignidad de la persona y especialmente de los empobrecidos, el respeto y la promoción de los derechos sociales de las personas y de las familias y, la misma democracia. Como dice el Papa Benedicto XVI: “el primer capital que se ha de salvaguardar y valorar es el hombre, la persona en su integridad” (CV 25).
+ La comunidad política –el gobierno que salga de las urnas- tiene que estar al servicio de la sociedad y “asegurar el bien común de todos los hombres y de todo el hombre, con especial cuidado de los ciudadanos más débiles, que puedan hallarse en condiciones de inferioridad, para defender sus propios derechos  y asegurar sus legítimos intereses” (Juan XXIII, Pacem in terris, 60).
+ “La Iglesia aprecia el sistema de la democracia en la medida en que se asegura la participación los ciudadanos.. Una auténtica democracia es posible solamente en un Estado de derecho y sobre la base de una recta concepción de la persona humana... Una democracia sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto, como lo demuestra la historia ( Juan Pablo II, Centessimus annus, 46).
                                                                           Trujillo, 29, Octubre, 2011.

sábado, 29 de octubre de 2011

Domingo XXXI - Tiempo Ordinario

EVANGELIO


Mateo 23, 1-12

En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos diciendo:
- En la cátedra de Moisés se han sentado los letrados y los fariseos; haced y cumplid lo que os digan, pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros; pero no están dispuestos a levantar un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por las calles y que la gente los llame "maestros".
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro Maestro y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar jefes, porque uno solo es vuestro Señor, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.


Reflexión

Todos los domingos abrimos el Libro Sagrado, proclamamos la palabra y la rumiamos para hacerla nuestro alimento porque, el Libro y nosotros, la palabra de Dios y nosotros, somos inseparables.

En el evangelio de este domingo vemos a Jesús haciendo de detective privado.

Está investigando las palabras y la conducta de los fariseos –de buena posición social- y sobre todo de –buena religión-. Y, hoy, nos da su informe.

Estos fariseos son de reputación más que sospechosa porque:
§     Hacen de la religión un negocio.
§     Manipulan la ley de Moisés para sus propios fines.
§     No dan ejemplo. No son coherentes.
§     No obran para Dios, sino para la galería, para que los vea la gente.
§     Buscan seguidores para su causa, no para la causa de Dios.
§     Buscan los mejores sitios.
§     Buscan honores y títulos.
§     Todo es fachada, por dentro están vacíos.
§     Llevan la biblia en la mano pero no en el corazón.

Esta realidad de hipocresía y esterilidad se da hoy también en la iglesia, en algunos pastores y en algunos cristianos.

¿Si Jesús tuviera que hacer un informe de nuestra parroquia qué diría?

¿Nos ve Jesús como a los fariseos de su tiempo? ¿Vacíos, orgullosos, superficiales, sin los frutos del amor, con el cordón umbilical de nuestro Dios cortado?

Todos llevamos dentro un pequeño o gran fariseo, el reto consiste no en disimularlo sino en eliminarlo poco a poco con la gracia de Dios.

Lo que Jesús quiere que aprendamos, hoy, y vivamos es que, en la iglesia, todos somos discípulos, todos alumnos, todos aprendices.
§     Sólo hay un Maestro: Cristo.
§     Sólo hay un Señor: Cristo.
§     Sólo hay un Dios, Padre de todos.
el más importante entre nosotros no es el que más habla, ni el que mejor predica, ni el que preside, ni el que aparenta... El más importante es el que más sirve a los demás.

lunes, 24 de octubre de 2011

AMAR A DIOS EN EL HERMANO


Domingo XXX- T- Ordinario

EVANGELIO DE SAN MATEO

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?”
Él le dijo: <<“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser”.
Este mandamiento es el principal y el primero. El segundo es semejante a él: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas>>.



Comentario

En la historia del cristianismo hay dos tendencias en mutua tensión: por un lado, la que acentúa la primacía de Dios y, por tanto, la oración y la relación interior y personal con el Señor; y por otro lado la que proyecta su atención al ser humano (justicia, solidaridad, esfuerzo por lograr una sociedad mejor). El Evangelio de hoy unifica las dos tendencias.
Si en Marcos el interlocutor de Jesús es un hombre justo que busca la verdad, en Mateo y Lucas, los fariseos interrogan de mala fe al Señor sobre cuál es el mandamiento principal de la Ley.
Israel, entonces, poseía una pavorosa lista de preceptos: 613, de los que 365 eran prohibiciones y 248 prescripciones. Sólo los iniciados o estudiosos la conocían. El pueblo llano vivía al margen, por lo que habitualmente estaba fuera de la Ley y religiosidad oficial. Estos mandamientos se agolpaban en torno a tres grandes capítulos: el sábado, la pureza ritual y los diezmos. El amor a Dios sí ocupaba un puesto relevante en la lista, con la oración del Shemá (Dt 6, 4-5) dos veces al día, oración que se bordaba en las mangas de los vestidos y se escribía en los dinteles de las puertas. Pero el amor al prójimo no tenía mayor relieve.
Lo novedoso de la respuesta de Jesús está en colocar a un mismo nivel e inseparables los preceptos de amor a Dios y al prójimo: amar a Dios y a los hombres, al propio yo, a la naturaleza, a la historia, a la vida... ésa es la opción fundamental del cristiano. De lo contrario, ¿cómo podríamos comulgar con Jesucristo si no comulgamos con las preocupaciones, necesidades, dolores y alegrías de los hombres? La primera Carta de Juan nos llamaría “mentirosos”.

jueves, 20 de octubre de 2011

Quiero darme +



Cuando descubres que en tu corazón se encuentra la raíz de todo, que todo brota de él, y también del Corazón de Dios, no puedes no querer entregarte. Siempre queremos más en nuestra vida: más amor, más comprensión, más ilusión, más posibilidades, más opciones… y eso no deja de tener un cierto tono egoísta. No siempre querer más es bueno. Pero si en nuestro “querer más” introducimos un “darme”, las cosas cambian. Porque darse más implica no sólo desear más amor o posibilidades, sino también poner el corazón para que ese sentimiento sea compartido. Darse más es sentir que el otro también necesita de ti y de tu vida. Darse más es compartir el futuro y el presente, reconocer en el otro una posibilidad de amar y entregarse. Darse más, en definitiva, es lo que hizo Dios por nosotros.

miércoles, 19 de octubre de 2011

ENCUENTRO ARCIPRESTAL DE CATEQUISTAS

El pasado viernes día 7 de Octubre en el convento de los frailes de Fuente del Maestre se celebró un encuentro-convivencia de los catequistas del arciprestazgo de Villafranca de los Barros.
Esta experiencia tenía una doble finalidad: que se conocieran los catequistas de las parroquias del arciprestazgo para ir estrechando lazos de amistad y de comunión en la tarea evangelizadora, compartiendo logros y fracasos; y que reflexionaran sobre una de las tareas de la catequesis,  iniciar a los catecúmenos en la celebración y liturgia cristiana.
Al encuentro asistieron 98 catequistas. Comenzó a las 5 de la tarde con el saludo del arcipreste y del delegado arciprestal para la catequesis; después en la capilla se celebró una oración  dirigida por la Hermana Pilar Ferrera Carmelita Vedruna que nos ayudó a profundizar sobre nuestra vocación de catequistas y sobre la necesidad de invocar al Espíritu para dar fecundidad a nuestra misión; a continuación degustaron un café y dulces típicos de pueblo; seguidamente en el salón de actos D. José Manuel Navarro, párroco de Ntra. Sra. del Carmen, impartió una charla sobre la necesidad de iniciar en la celebración cristiana a nuestros catecúmenos como misión fundamental de la catequesis; terminó el encuentro con reuniones de pequeños grupos de los distintos pueblos, coordinadas por miembros del Hogar de Nazaret de Ribera y Fuente del Maestre, donde se compartieron logros, fracasos y pistas de actuación sobre el tema de la charla, poniendo en asamblea lo que se había debatido.
Sin duda ha sido una experiencia positiva que pretendemos que se repita a lo largo del curso.

miércoles, 6 de julio de 2011

Salió el sembrador a sembrar

Domingo XVI . Tiempo Ordinario


Parábola del Sembrador 
Mateo 13, 1-23

Dice el evangelio que Jesús “salió” a sembrar la Palabra. Dios, misionero apasionado, sa-le una y otra vez a salvar al hombre. Así es el dinamismo imparable del Reino, comunidad de amor del Señor con los seres humanos.
La Iglesia y nosotros, no acabamos de aprender que la misión consiste en “salir” de continuo hacia los débiles, los increyentes, los alejados y todo el pueblo de Dios. No vale esperar a que vengan a nosotros.
Sin embargo, el protagonismo no está en el sembrador, sino en la semilla, en la Palabra. La semilla se reparte generosamente sobre todos los terrenos. Hay un gran derroche de siembra; tres cuartas partes se pierden; se la comen los pájaros o se la lleva el Maligno.
Tanta abundancia de siembra consigue que la Palabra de Dios se encarne en la tierra virgen y fecunda de María. Jesús es el fruto salvador del Reino de Dios, la Palabra viva del Padre que renueva todas las cosas y alegra las entrañas del mundo. La humanidad está sembrada de Dios.
Como la siembra exige laboreo y preparación del terreno, la Palabra espera de nosotros escucha, contemplación y respuesta fiel. Si somos camino pisado, pedregal o zarzas, la semilla encuentra resistencias increíbles y se pierde.

“El sembrador que sembraba desde el comienzo sabía que dependía del suelo la suerte de la semilla

J.A. OLIVAR

martes, 28 de junio de 2011

El Evangelio es para los sencillos

Este domingo en el evangelio Mateo nos brinda una de las oraciones más bellas de Jesús. Es un grito espontáneo de admiración y agradecimiento al Padre “porque ha escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las ha revelado a la gente sencilla”. El Padre se revela a Jesús como el Dios de los humildes, mientras fariseos y sumos sacerdotes rechazan al Señor  y su mensaje.
Sólo la “gente sencilla”, sufrida y en comunión con hambrientos, deprimidos, pecadores, enfermos y olvidados de la sociedad,... acoge el Evangelio, se preocupa del bien de los otros y se entrega de lleno a la causa del Reino de Dios.
No se confronta aquí ignorancia y sabiduría, ni se presupone que la ignorancia sea una virtud y la sabiduría un vicio. El inteligente no es necesariamente orgulloso, ni el ignorante es siempre humilde. Las preferencias de Dios no vienen de condiciones morales o religiosas, sino de la situación humana que viven “los cansados y agobiados”, es decir, los excluidos de la tierra. El rabino Hillell, de los tiempos de Jesús, decía que un hombre ignorante y marginado no podía ser piadoso. Sin embargo, Jesús se expresa de tal manera que los pobres, los analfabetos y los miserables le entienden y le siguen esperanzados.
Jesús nos invita finalmente al descanso. No todo es trabajar. Hemos sido creados para vivir, amar, reír, descansar, servir. Por descabellado que parezca, descansar no es divertirse, ni dar rienda suelta al consumo, ni vacacionar para no hacer nada... Descansar es liberarnos del nerviosismo y el ruido y reconciliarse con la vida; disfrutar del regalo de la existencia y reencontrarnos con nosotros mismos para lograr la paz del corazón. 

jueves, 23 de junio de 2011

Dios sacia todas las hambres

El Corpus es la fiesta de la Eucaristía y de la solidaridad. Dios se vale del pan humilde para expresar su amor total: se parte y reparte, satisface nuestras hambres y quiere que todos vivamos con dignidad. Dios sacia todas las hambres: hambre de verdad, de libertad, de justicia, de belleza. Al final sólo Dios llena el hambre de la humanidad: “El que coma de este pan vivirá para siempre”.
Comer al Señor, es entrar en comunión con él, asumir la causa del Reino, luchar por lo que él luchó. Comer al Señor es brindar misericordia, comprensión, paciencia, bondad, libertad, justicia, entrega generosa. Carece de sentido comulgar al Señor y ser egoísta, orgulloso y violento. Si Dios se ha hecho pan y vino para ser repartido y compartido, ¿por qué nosotros vamos a mostrar tantos humos de autosuficiencia e insolidaridad?
La Eucaristía es el sacramento gozoso del encuentro con Dios y con los hermanos en una densa fraternidad. Como Jesús, estamos dispuestos a entregarnos hasta la muerte en servicio a los hermanos: somos “pan” para los demás. Comulgamos para ser a la vez comidos.
El Corpus nos recuerda que es el “Día de Cáritas”, el día del mayor voluntariado de este país que trabaja por la justicia y a favor de los pobres. Tan importante es aprender a adorar el santísimo Cuerpo de Cristo en los sagrarios de nuestras Iglesias, como en el sagrario maltratado de todos nuestros pobres. Acaso hoy los ricos debamos vivir más sencillamente para que los pobres puedan sencillamente vivir.

jueves, 16 de junio de 2011

CORPUS DÍA DE LA CARIDAD

“Una sociedad con valores es una sociedad con futuro” es el lema de la campaña que lleva adelante Cáritas y que por tercer año consecutivo apela a nuestra conciencia de ciudadanos, de personas, para invitarnos a construir un modelo de sociedad basado en valores que favorecen la dignidad de todos los seres humanos. La comunión, la participación, la diversidad, la gratuidad y la fraternidad se suman ahora al COMPROMISO como una opción de vida que nos hace estar plenamente presentes en la realidad que nos toca vivir, con la conciencia abierta al mundo y a los demás, invitando a la corresponsabilidad como un talante que nos impulsa y nos lleva a crear nuevas alianzas a través del voluntariado, la participación, el servicio y la cooperación.
En este tiempo de Caridad en el que Cáritas celebra el Amor con mayúscula, queremos comunicar a esta sociedad, que en muchas ocasiones parece ir a la deriva con rumbos de desesperanza y crisis, que las cosas importantes se hacen con corazón. Los gestos sencillos que provocan sonrisa, afecto, entrega, servicio, cercanía, gratuidad… son los gestos humanos, voluntarios, libres, que hacen que otro estilo de vivir, otro mundo mejor, sea posible para todos.
Porque creemos que vivir con estos valores es posible:
• Apuesta y atrévete a llevar humanidad a tu barrio, a tu pueblo, a tu ciudad.
• Borra las barreras que te rodean y amplía tu universo de relaciones desde la confianza para descubrir la riqueza de las personas que te rodean.
• Haz gestos sencillos, como reducir el consumo, cuidar el medio ambiente, que mejoran el entorno para todos.
 • Comparte tu tiempo y tu generosidad, porque así se siembra utopía y esperanza.
“Cuando sales de tu mundo y te dejas afectar por la vida del otro, comienzas a vivir la Fraternidad. El prójimo es tu hermano. Cuando descubres la vulnerabilidad del prójimo herido… brota el Compromiso.”



miércoles, 15 de junio de 2011

Dios paradigma para nuestras comunidades

Ladislao Boros ha dicho que “la humanidad sufre hoy la más terrible de todas las experiencias: la lejanía de Dios”. Y esto es cierto, pues para muchos de nuestros contemporáneos, Dios es algo lejano y vago, algo que se confunde casi con lo ilusorio e irreal.
De hecho, son bastantes los que casi insensiblemente, van pasando poco a poco, de una fe débil y superficial, a un ateísmo también débil y superficial, sin detenerse con sinceridad ante la realidad de quién es el origen y el destino último de nuestro ser.
¿Cómo dar de nuevo un contenido vivo a ese nombre de “Dios”, cuando uno lo ha ido vaciando de vida, con una fe banal y una existencia mediocre? ¿Cómo aprender de nuevo a vivir con gozo ante Dios? ¿Cómo ponerse de nuevo en camino hacia Él?
Probablemente hemos de redescubrir, antes que nada, que Dios en su realidad más profunda es Trinidad. Es una familia. Es decir, que Dios no es algo frío e impersonal, un ser solitario, sino vida compartida, amor comunitario, amistad gozosa, ternura y vida en plenitud.
Dios no es alguien que nos ciega con su poder divino. Dios es amor que nos acoge, amistad que nos envuelve, ternura que nos busca por todos los caminos de nuestra existencia.
Por eso su presencia en el mundo es humilde y discreta, como lo es siempre la presencia de la ternura y el amor verdaderos.
Sólo quien sabe de amor, sabe de Dios. Sólo quien es capaz de vivir incondicionalmente la amistad, de irradiar amor y bondad en esta sociedad egoísta, de poner un poco de justicia y ternura en la construcción de este mundo, puede encontrar a Dios.
Es el amor vivido incondicionalmente el que purifica nuestras falsas imágenes de Dios y nos coloca en la verdad y la humildad necesarias para acercarnos al Dios Trinitario.
Nuestra sociedad no necesita “defensores triunfalistas” que nos hagan la propaganda de Dios, sino testigos humildes que con su vida nos hagan percibir el amor y la amistad de Dios por los hombres.
La gran novedad que nos revela la Palabra de Dios es: que Dios es Amor. Y esto no se nos ha revelado para que nosotros lo contemplemos boquiabiertos o para que hagamos especulaciones estériles o razonamientos filosóficos... Cristo nos ha revelado la intimidad de Dios para que construyamos nuestra vida de creyentes teniendo en cuenta ese patrón.
Cuando lleguemos a creer en un Dios que es amor, es decir: diálogo, entrega, comunión, felicidad compartida; entonces, comenzaremos a sentir la necesidad de parecernos a Él, de imitarle, de  darnos y entregarnos a lo divino y a nuestros hermanos los hombres.
La Trinidad es paradigma de lo que han de ser nuestras comunidades. La causa profunda de desunión entre los hombres y la más lamentable incomprensión entre los cristianos, es haber olvidado el ejemplo de convivencia amorosa entre las Personas de la Trinidad. Y la causa de la lesión de la dignidad humana, de la esclavitud y la opresión es no haber comprendido que somos libres en el Espíritu e hijos de Dios.
Necesitamos ahondar en esta verdad de Dios. Dios es amor. Y esta noticia la tenemos que comunicar al mundo, no con palabras, sino a través de una ilustración práctica: nuestro amor fraterno.
Viendo cómo nos amamos, los hombres han de entender qué es el amor de Dios y qué efecto produce en nosotros. Los hombres han de ser instruidos acerca de Dios observando nuestro comportamiento.
Los grandes problemas que preocupan, hoy, a los hombres, sólo se conseguirá solucionarlos cambiando los corazones.
La respuesta a tanta división, conflicto y desunión es una vida fraterna; la respuesta a las desigualdades es compartir. La respuesta al odio y al rencor es el perdón. Sí, actuar a favor del hombre, es actuar a favor de Dios, revelando su rostro más auténtico.
Que el Dios Trinidad nos conceda la gracia de ser espejos que reflejemos su amor y su misericordia.


martes, 14 de junio de 2011

¿Qué Espíritu nos mueve?


A los hombres se les reconoce y aún se les califica por el espíritu que les anima:
-         El espíritu del poder anima al político, y sin él, posiblemente se quedaría tranquilamente en su casa. Al menos, eso es lo que pensamos los que no participamos de ese espíritu y apenas comprendemos cómo un hombre soporta la carga de ese poder que, para ellos, debe tener un atractivo especial.
-         El espíritu de la competición anima al deportista y por él se entrena y se esfuerza. Subir al podium de los mejores es su gran meta y su gran recompensa.
-         El espíritu del dinero y de la influencia puede animar al ejecutivo, al hombre de negocios que vive día a día y momento a momento la tensión de un trabajo a veces agotador.
-         El espíritu de la vanidad puede animar a una “estrella” y estar siempre de actualidad y en primera fila le compensa de los sacrificios que tenga que hacer para conseguirlo.
-         E incluso, hay hombres y mujeres a los que calificamos diciendo: “no tienen espíritu”. Son los apáticos, los indiferentes, aquellos a los que resulta difícil saber cuál es el impulso que los anima, porque más bien parecen “inanimados”.
Esto es así. De tal manera que, parafraseando algunos dichos al uso, al hombre se le reconoce perfectamente viendo el espíritu que le anima.
Al cristiano, también.
Si un hombre o una mujer:
-          eligen siempre el último lugar pudiendo estar el primero por derecho propio...
-         Es amigo de la verdad y procura ser siempre sincero...
-         Si no hace distinción de personas, sonriendo a los ricos y tratando despectivamente a los pobres...
-         Si cumple en su trabajo con responsabilidad y se alegra de que otros colaboren... para ir pasando él o ella a un segundo plano, sin sentirse molesto...
-         Colabora, buscando el bien de todos y no está pendiente de elogios y felicitaciones...
-         Si no duda en dar generosamente su tiempo y su dinero a los demás, para que sean un poco más felices.
-         Si es capaz de dejar su casa, su porvenir y su dinero para que la entrega a los demás sea más completa y sin trabas de ningún género.
-         Si ama al prójimo como a sí mismo.

Y si todo esto lo hace por Dios: estamos ante un cristiano o una cristiana al que anima el Espíritu Santo y al que se reconoce al primer golpe de vista.
Pero, sinceramente: ¿cuántos cristianos hay así? Quizá no muchos. Es posible que, en cuanto a espíritu cristiano se refiere, seamos legión, aquellos a los que se nos podía calificar como “hombres sin espíritu”, porque el espectáculo de nuestra vida espiritual es el de una vida apática, indiferente y vulgar. Vamos arrastrando pesadamente la carga de  unos actos cultuales a los que acudimos por “obligación” (¿Vale esta misa para mañana?, es una pregunta que se suele hacer...), y después de “cumplir”, apenas ya nos queda nada de “ESPÍRITU” –con mayúscula- en nuestra vida. Podría decirse que estamos en una etapa semejante a la de los apóstoles en Pentecostés: miedosos, indiferentes, sin captar la gran misión para la que Cristo les había elegido a ellos y nos ha llamado a nosotros.
Por eso, la frase de Cristo: “Recibid el Espíritu Santo”, es, o debe ser, una urgencia en  la trayectoria de nuestro cristianismo. Nos hace falta la confirmación de nuestra fe. Nos hace falta vivir del Espíritu y que su impulso imparable nos sacuda de esa modorra en la que vegetamos sin ser capaces de ofrecer al mundo el espectáculo de un hombre o una mujer o una comunidad que cree y porque cree vive de acuerdo con sus creencias. Hoy no puede ser un día más en el que celebramos ritualmente la “venida del Espíritu Santo”, cantamos su himno –que es precioso- y continuamos sin más, viviendo “sin espíritu”. Hoy debe ser un día pleno, trascendente, que deje huella y que nos impulse a llenar ese vacío que encontramos a nuestro alrededor y que muchos han llamado “crisis de espíritu” y que, para nosotros, es crisis de Espíritu de Cristo, es decir, de Espíritu Santo.